My First Time
Saludos a todos, o a mi “yo” del futuro. El otro “yo” siempre me apoya en mis empresas. Es mejor que un amigo imaginario. Ah, mi primera entrada en el blog. Las primeras veces nunca son las últimas.
Atestiguo cómo el “hobby” de guionista poco a poco se convierte en oficio. Hasta hace un mes, más o menos, investigaba mis dudas yo solito; ya sea usando la imaginación, recurriendo al sentido común, libros topados por ahí y Google. Pero la certeza que necesito sólo puedo conseguirla preguntándole a un conocedor en la materia.
Actualmente escribo un guion donde información médica hace su aparición. Es importante, en parte, para la trama pero no fundamental. Es decir, los hechos podrían ajustarse alrededor del dato proporcionado, en lugar de mentir al respecto y hacerlo como me da la gana.
Así que, casi a ciegas, envié un correo con dichas dudas mediante la página del Hospital CIMA, con pocas esperanzas de recibir respuesta. Me los imagino muy ocupados andando de aquí para allá manejando pacientes. Me es difícil pensar que un tiempito libre sea desperdiciado en sacar de una interrogante a un perfecto desconocido impertinente.
Fue enviado por la tarde, a la mañana siguiente me llaman por celular a las 9 a.m. aprox. desde el CIMA. Mi duda fue respondida por Eleazar Soto Álvarez. Una persona muy amable y considerada que se tomó el tiempo de hablar por teléfono y confirmarme unos datos. No contento con eso, decidió indagar más; para esto le preguntaría a otra persona –ahorita no recuerdo su nombre, perdón- sobre mis dudas.
Prometió llamarme en el transcurso del día; esperé entonces. Si no me llegara a marcar de nuevo –pensé, sumergido en mi negatividad- lo comprendería, pues es el Hospital CIMA, tienen cosas importantes qué hacer. Pero antes de que cantara el gallo tres veces la promesa fue cumplida. El celular volvió a sonar en la tarde. Era Eleazar dándome más datos, muy apreciados. No quise quitarle más el tiempo así que no hablé mucho al teléfono.
Le estoy muy agradecido de haberme regalado unos minutos de su tiempo y por eso lo nombro aquí. Si alguna vez el guion se realizara lo pondría en los créditos de agradecimiento, obviamente. Fue mi primera contestación oficial de una petición para un guion en proceso de escritura. My first time.
Ya encarrilado, -a decir verdad, no recuerdo si sucedió antes o después- envié otro correo en búsqueda de información detallada a la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, en específico, el Centro de Visitantes Schuk Toak. Mandé cuatro a distintas cuentas, todas al servidor de la CONANP. Sólo respondieron uno. Me dijeron que su servidor tenía problemas, por eso no me habían podido contestar antes.
Por lo que me dieron un correo personal. Después envié un cordial agradecimiento expresando cuánto apreciaba el tiempo. Manifesté, también, que escribiría un cuestionario para mandarlo. Entonces, recibí la siguiente respuesta: “con mucho gusto lo apoyaremos en la medida de lo posible”.
“En la medida de lo posible”. Esa frase tiene algunas interpretaciones. Depende de cada persona, para algunos “la medida de lo posible” puede ser muy alta, mientras que en otros es muy reducida.
A los días siguientes a la réplica, envié finalmente el cuestionario adjunto. Hasta el día de hoy no he recibido respuesta. Lo que me pone a divagar. ¿Acaso las preguntas eran demasiado invasivas, o reveladoras de información táctica peligrosa? Digo, no sé. Quizá pensaron que estaba reuniendo información para mandar un convoy a robarles a los encargados por la noche.
No los culpo. ¿Quién desea compartir información peculiar de su trabajo con un desconocido? Eso no ocurre en la vida real, sólo en Facebook. Aunque a mí me hubiera dado curiosidad saber quién es la persona al otro lado del correo. Y le hubiera enviado una negativa, por lo menos, para cortarle las alas.
Si después miento en algunos datos en el guion, inventados para llenar huecos, no quedará en mí; lo intenté. La otra opción es ir hasta Puerto Peñasco para hacer personalmente las preguntas. Existen varios obstáculos que me lo impiden. Primero, vivo en Hermosillo, Sonora; no tengo money, ni carro, ni aventón para llegar hasta allá.
Ni modo. Qué curioso. Donde pensé que no me responderían, y mucho menos me darían datos de más, fue en el CIMA. Al contrario de la promoción del Schuk Toak, que están capacitados para la difusión del sitio, de la cual no recibí información.
Quién sabe, a lo mejor el correo nunca llegó, o están llenando el cuestionario en este preciso momento. Jamás lo sabré a menos que mande otro e-mail preguntando. Pero no quiero ser insistente. Y, si para las gentes del Schuk Toak les parecí un malandrín deseoso de saber datos para un posible atraco, perdón si causé esa impresión. La verdad, todo era para ver si era posible o no ahorrarme personajes en el guion y adaptar la trama a la realidad.
Atestiguo cómo el “hobby” de guionista poco a poco se convierte en oficio. Hasta hace un mes, más o menos, investigaba mis dudas yo solito; ya sea usando la imaginación, recurriendo al sentido común, libros topados por ahí y Google. Pero la certeza que necesito sólo puedo conseguirla preguntándole a un conocedor en la materia.
Actualmente escribo un guion donde información médica hace su aparición. Es importante, en parte, para la trama pero no fundamental. Es decir, los hechos podrían ajustarse alrededor del dato proporcionado, en lugar de mentir al respecto y hacerlo como me da la gana.
Así que, casi a ciegas, envié un correo con dichas dudas mediante la página del Hospital CIMA, con pocas esperanzas de recibir respuesta. Me los imagino muy ocupados andando de aquí para allá manejando pacientes. Me es difícil pensar que un tiempito libre sea desperdiciado en sacar de una interrogante a un perfecto desconocido impertinente.
Fue enviado por la tarde, a la mañana siguiente me llaman por celular a las 9 a.m. aprox. desde el CIMA. Mi duda fue respondida por Eleazar Soto Álvarez. Una persona muy amable y considerada que se tomó el tiempo de hablar por teléfono y confirmarme unos datos. No contento con eso, decidió indagar más; para esto le preguntaría a otra persona –ahorita no recuerdo su nombre, perdón- sobre mis dudas.
Prometió llamarme en el transcurso del día; esperé entonces. Si no me llegara a marcar de nuevo –pensé, sumergido en mi negatividad- lo comprendería, pues es el Hospital CIMA, tienen cosas importantes qué hacer. Pero antes de que cantara el gallo tres veces la promesa fue cumplida. El celular volvió a sonar en la tarde. Era Eleazar dándome más datos, muy apreciados. No quise quitarle más el tiempo así que no hablé mucho al teléfono.
Le estoy muy agradecido de haberme regalado unos minutos de su tiempo y por eso lo nombro aquí. Si alguna vez el guion se realizara lo pondría en los créditos de agradecimiento, obviamente. Fue mi primera contestación oficial de una petición para un guion en proceso de escritura. My first time.
Ya encarrilado, -a decir verdad, no recuerdo si sucedió antes o después- envié otro correo en búsqueda de información detallada a la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, en específico, el Centro de Visitantes Schuk Toak. Mandé cuatro a distintas cuentas, todas al servidor de la CONANP. Sólo respondieron uno. Me dijeron que su servidor tenía problemas, por eso no me habían podido contestar antes.
Por lo que me dieron un correo personal. Después envié un cordial agradecimiento expresando cuánto apreciaba el tiempo. Manifesté, también, que escribiría un cuestionario para mandarlo. Entonces, recibí la siguiente respuesta: “con mucho gusto lo apoyaremos en la medida de lo posible”.
“En la medida de lo posible”. Esa frase tiene algunas interpretaciones. Depende de cada persona, para algunos “la medida de lo posible” puede ser muy alta, mientras que en otros es muy reducida.
A los días siguientes a la réplica, envié finalmente el cuestionario adjunto. Hasta el día de hoy no he recibido respuesta. Lo que me pone a divagar. ¿Acaso las preguntas eran demasiado invasivas, o reveladoras de información táctica peligrosa? Digo, no sé. Quizá pensaron que estaba reuniendo información para mandar un convoy a robarles a los encargados por la noche.
No los culpo. ¿Quién desea compartir información peculiar de su trabajo con un desconocido? Eso no ocurre en la vida real, sólo en Facebook. Aunque a mí me hubiera dado curiosidad saber quién es la persona al otro lado del correo. Y le hubiera enviado una negativa, por lo menos, para cortarle las alas.
Si después miento en algunos datos en el guion, inventados para llenar huecos, no quedará en mí; lo intenté. La otra opción es ir hasta Puerto Peñasco para hacer personalmente las preguntas. Existen varios obstáculos que me lo impiden. Primero, vivo en Hermosillo, Sonora; no tengo money, ni carro, ni aventón para llegar hasta allá.
Ni modo. Qué curioso. Donde pensé que no me responderían, y mucho menos me darían datos de más, fue en el CIMA. Al contrario de la promoción del Schuk Toak, que están capacitados para la difusión del sitio, de la cual no recibí información.
Quién sabe, a lo mejor el correo nunca llegó, o están llenando el cuestionario en este preciso momento. Jamás lo sabré a menos que mande otro e-mail preguntando. Pero no quiero ser insistente. Y, si para las gentes del Schuk Toak les parecí un malandrín deseoso de saber datos para un posible atraco, perdón si causé esa impresión. La verdad, todo era para ver si era posible o no ahorrarme personajes en el guion y adaptar la trama a la realidad.
Comentarios
Publicar un comentario